Presentación de libro
“EL FRANCISCANISMO HACIA AMÉRICA Y ORIENTE”:
DE
UN CONGRESO A UN LIBRO
Manuel Peláez del Rosal
Presidente de la Asociación Hispánica
de Estudios Franciscanos
Sevilla, 17 de diciembre de 2018.
Galería de imágenes: al final de la entrada
Acceso a la obra:
https://franciscanismoandalucia.blogspot.com/2018/11/curso-xxiii-2017-el-franciscanismo.html
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Con la presencia del decano de la Facultad de Filosofía, Prof.
Badillo O`Farrell, catedrático de Filosofía del Derecho, la primer teniente de
alcalde del Ayuntamiento de Espartinas, Dª Araceli Pila Balanza, en
representación de la alcaldesa Dª Olga Hervás Nieto, el Coordinador del Grado
de Estudios de Asia Oriental, Prof. Jesús San Bernardino Coronil, y el
Coordinador de Prácticas Externas, D. Diego López García, tuvo lugar el pasado
17 de diciembre el acto de presentación de la obra “El Franciscanismo hacia
América y Oriente (Homenaje al P. Hermenegildo Zamora,ofm)” en el Salón de
Actos del Centro Internacional de la Universidad de Sevilla, a cargo del Prof.
D. Manuel Pelaez del Rosal, catedrático de Universidad y Presidente de la
Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos, fruto del Congreso celebrado en
Espartinas-Loreto-La Rábida en el verano de 2017.
Inició el acto la concejala doña Araceli Pila para saludar a los
asistentes en nombre del Ayuntamiento de Espartinas y para disculpar la
presencia de la alcaldesa de la localidad por motivos de agenda.
A continuación tomó la palabra el presentador, prof. Peláez del
Rosal, para incidir en varios aspectos;
el primero referido a los editores: el Ayuntamiento de Espartinas, la
Universidad Internacional de Andalucía y la Asociación Hispánica de Estudios
Franciscanos, que con su intendencia y colaboración económica han hecho posible
que se materialice la actividad congresual celebrada en el verano de 2017. La villa de Espartinas, en la comarca del
Aljarafe sevillano, próxima al convento
de Loreto, y el paraje de La Rábida, sede de la Universidad Internacional de
Andalucía, fueron los establecimientos elegidos para alojamiento de los congresistas
y desarrollo de sus sesiones.
Un breve resumen de lo acaecido, es en esta ocasión no menos
necesario para dar cuenta de los prolegómenos del Congreso y de sus resultados,
el libro, que ahora ve la luz.
El primer paso dado fue la firma de un convenio específico entre
los dos organismos responsables: de un lado la Universidad Internacional de
Andalucía y de otro la Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos, poniendo
ésta en conocimiento de aquélla la conveniencia de realizar la actividad
cultural expresada con el referido formato. Siguió a éste la firma de un
segundo convenio entre el Ayuntamiento de Espartinas y la Asociación Hispánica
de Estudios Franciscanos. Había que fundamentar, por tanto, el motivo de la
celebración. Y éste no era otro que conmemorar una efeméride peculiar, como nos
advertía dos años antes, en 2014, don
Ángel Luis Schlatter Navarro, técnico de cultura del Ayuntamiento de
Espartinas, a saber: el 400 aniversario de la estancia del embajador japonés
Hasekura en Loreto, tomando como punto de partida ser este municipio nexo entre
Oriente y Occidente. Se acordó, por tanto, que el Congreso tuviera lugar los
días 3 a 5 de julio de 2017, coincidiendo la clausura con la fecha del regreso
de la expedición nipona a su tierra de origen, cuatro siglos antes.
Con tal soporte jurídico se iniciaron las tareas para reclamar
la atención de los investigadores interesados en la participación. En esta
empresa se contó con el decidido apoyo del rector de la UNIA a la sazón, el
prof. Domínguez Vilches.

El programa académico desarrollado en seis sesiones fue nutrido
con las correspondientes ponencias y comunicaciones. Hay que destacarlas de
forma pormenorizada, partiendo de los presupuestos que le sirvieron de base y
de sus contenidos y objetivos, sin olvidar el peso de las tres décadas de existencia
de la AHEF, que comenzó su andadura en el año 1987 con un proyecto ambicioso
para articular y vehicular la investigación científica universitaria sobre el
franciscanismo español e iberoamericano. Pretenden –decíamos en 1995- un avance
científico en la materia como un importante complemento en el estado de la
cuestión, advirtiendo su carácter multidisciplinar.
El congreso de 2017, siguiendo esta pauta, iba dirigido a
investigadores, profesores universitarios y de enseñanza secundaria, doctorandos,
académicos numerarios y correspondientes, archiveros civiles y eclesiásticos,
cronistas, y socios de instituciones culturales, entre otros, por lo que resultaba
muy oportuno para todos los especialistas interesados en el conocimiento de la
temática de su enunciado. Al propio tiempo el Congreso resaltaba su carácter
internacional continuando la labor llevada a cabo los años precedentes
inmediatos, 2015 y 2016, en Baeza, Jaén y Priego de Córdoba, con análogas
secciones sobre los aspectos más diversos (históricos, artísticos, literarios, antropológicos
y de religiosidad popular etc.) y abundando en las fuentes de estudios monográficos
sobre temas generales y particulares relacionados con el Franciscanismo y
Ultramar.
Es asimismo obligado colacionar los 33 trabajos (ponencias y
comunicaciones) presentados al Congreso, que ocupan 580 páginas, con sus
correspondientes abstract debidos al
Sr. Simon Armour, de la Academia Británica de Córdoba.
Ante todo los que analizan aspectos biográficos particulares por
sus correspondientes comunicantes: Sor
Mariana Sallente Trasobares y la difusión americana de su obra poética
(Aguilera y Gracia Rivas), la M. Mª
Celina del Niño Jesús, clarisa del Monasterio de La Anunciada y su proyecto
fundacional en la Venezuela del siglo XX (Arias Jato, osc), la Venerable Madre Jerónima de la Fuente,
primera mujer fundadora de un convento en Filipinas (Centeno Carnero), el Padre Antonio Cruzado, cordobés en
California y la misión de San Gabriel Arcángel (Hurtado de Molina), Fray Marcelo Ribadeneyra y el beato Don Justo
Takayama Ukon (Montero Díaz), fray
Gaspar de Villaverde, misionero franciscano en Méjico y Perú (Morales
Morales y Domínguez Lara), Fray Bartolomé
Duque de Estrada (1597-c.1665), recoleto en Venezuela (Moreno Hurtado), Fray Luis Sotelo y sus claves para entender
el legado de la Embajada Keicho (Schlatter Navarro); o generales como los referidos a misioneros oriolanos en Guatemala en el
siglo XX (Galiano Pérez), los
franciscanos albacetenses en la empresa de Indias (Carrión Íñiguez), o los franciscanos en California (Villegas
Ruiz).
En segundo lugar los referidos a aspectos artísticos: El legado de la familia Arias de Saavedra al
convento de Loreto en el siglo XVII (Amores Martínez), la iconografía de los mártires franciscanos en el Japón en Sevilla
(Ruiz Barrera), la arquitectura conventual
franciscana en tres continentes: Évora (Portugal), Goa (Índia) e Salvador (Brasil)
(Tereno, Monteiro y Tomé) y la
arquitectura en el virreinato de Nueva España (Luque Carrillo).
En tercer lugar los concernientes a aspectos literarios,
históricos o religiosos: el Triunfo de la
fe en los reinos del Japón (1618) y otras obras de Lope de Vega (Cruz Casado),
la literatura náhuatl: los antiguos
discursos prehispánicos en la evangelización franciscana del Nuevo Mundo
(Ruiz Bañuls), el convento de San Agustín
de las Cuevas, última etapa en el viaje misionero de los franciscanos entre
España y Filipinas (Sánchez Fuertes, ofm), el convento de la Purísima Concepción de Hawikku en Nuevo México (Klint
Ericson), la Capilla de San Antonio de la
nación portuguesa, del convento de San Francisco de Sevilla (Gutiérrez
Núñez y Hernández González), los primeros
templos y ex conventos franciscanos en México (Alejandra y Jorge Pimentel
Calvo), las fiestas de la beatificación
de los mártires del Japón en los conventos cordobeses de la provincia
franciscana de Granada (Aranda Doncel), la
celebración eucarística ante la flota de China en el Muelle Nuevo de Gibraltar
(Quintana Álvarez), los primeros asentamientos
franciscanos en el Nuevo Mundo brasileño (Albertina Belo), la evangelización franciscana y la pedagogía
(Jurado-Centurión), la evangelización y las persecuciones durante la
dinastía qing en China (Torres Trimállez), los informes franciscanos en provincia del Santo Evangelio de Nueva
España (Mejía Torres), la labor
franciscana en el proceso pacificador en el Nuevo Santander de México
(Vales-Villamarín), la religiosidad
popular en el convento de Loreto del aljarafe sevillano (Rodríguez
Becerra), las estrategias franciscanas en
tierras de misión (Gil Albarracín) o la
aventura franciscana en el Nuevo Mundo (Peláez del Rosal).
A todo este grupo, por conformarlo también, habría que agregar
quienes expusieron verbalmente su
comunicación, aunque posteriormente no la aportasen: María Adelina Amorim (Nem
é carne nem é peixe: Conversão e alimentação na Amazónia colonial
portuguesa),Juan Antonio Romero Gómez (Fray Feliciano de Sevilla
OFMcap y los rosarios públicos y su influencia en Ultramar) y Ramón
Vega Piniella (El arte asiático del S. XVI a través de los franciscanos);
o quienes las prometieron y no pudieron asistir: Agustín Boadas Llavat (Peregrinos,
custodios y evangelizadores: aproximación a la historia de las misiones
franciscanas de Oriente) y Manuel Galeote Pérez (Noticias de la
edición moderna del primer diccionario impreso en México y en toda
América y Miguel Jesús López Serrano (La Orden franciscana y la
importancia pedagógica de las misiones en la Nueva España (Siglos
XVIII-XIX).
La pluralidad de todos los participantes acreditan la riqueza
geográfica de su procedencia: Sevilla, Córdoba, Huelva, Cádiz, Alicante,
Santander, Zaragoza, Oviedo, Barcelona, Madrid, Lisboa, Evora, Setúbal
(Portugal), Oaxaca (México), Paraiba (Brasil) y Carolina del Norte (EE.UU).

La pintura que ilustra la cubierta de este libro capta el
mensaje franciscano de llevar el Evangelio más allá del Mundo hasta entonces
conocido. En la imagen podemos
ver
cómo un grupo de franciscanos lo dejan todo para embarcarse hacia la terra ignota.
La escena sugiere mucho más de lo que se ve. Echada a volar la imaginación se
avizora el largo camino que habrían de recorrer en su periplo, y tal vez la
imposibilidad de su regreso. No fue éste el viaje a ninguna parte.
España escribió en América y en Oriente un copioso libro del que han
quedado muchos capítulos por descubrir. Nuestra intención reflejada en
el libro ha sido, por tanto, sacar a la luz uno de ellos, y con este propósito
nuestro compromiso ha sido satisfecho. Demostrado queda que Espartinas,
con la luz de guía del convento de Loreto, y La Rábida con su señero y
destellante faro, y la vocación franciscana de uno y otro, fueron un
revulsivo en la misión humana y espiritual que transformó la aventura en
epopeya, dejando en el camino una larga e indeleble estela de cultura y de
paz, al son de una lengua común, el español, y también el portugués, que dieron
la vuelta al Mundo. Valorar esta fantasía queda ahora a merced de los
lectores de la obra salida de la imprenta gracias a la generosidad y mecenazgo
del Ayuntamiento de Espartinas, y sin cuyo patrocinio el elenco de los
investigadores que estuvieron presentes en el evento no hubieran podido
satisfacer su deseo de que sea comprendida mejor la historia franciscana
de Ultramar.

Conviene por ello repasar, o, mejor, repensar la epopeya y su
resultado, el mestizaje de los hispanos, que por este carácter ahora se nota con
acentos criollos remarcado en las calles y plazas de nuestras metrópolis,
Barcelona, Madrid, y en menor medida, cualquier ciudad castellana o andaluza,
con acordes de guajiras, de cumbias o de corridos mejicanos. Desde hace muchos
años la imagen de España se ha visto distorsionada, vilipendiada, calumniada,
sin que ningún colectivo de uno u otro lado del segmento político alzara,
pidiera o exigiera que cesaran los improperios y la sinrazón. En 1992 y desde
tierras sevillanas y onubenses se concitaron los científicos, los
universitarios, los investigadores, para reclamar este derecho, fruto del cual
fueron estupendas publicaciones que declararon a voz en grito, que lo nuestro,
el acontecimiento, “la mayor cosa, después de la creación del Mundo, sacando la
encarnación y muerte del que lo crió, fue el descubrimiento de las Indias”,
célebre frase de López de Gómara que resume la acción hispana en América. No
consideramos a hombre alguno capaz de igualar la actividad desarrollada por el
español en el siglo XVI, se resaltaba en un libro de texto escrito por Roberto
Ferrando para preuniversitarios, hace ya 60 años. Desde entonces se ha
constatado que igual o más de fecundos fueron lo siglos venideros, del Barroco,
de la Ilustración e incluso del Romanticismo, tal vez porque en la sangre
llevemos los genes de tentar lo inexplorado, lo incierto, lo azaroso, “la terra
incognita”. Es llegado el momento otra vez de que suene la hora hispánica y la
eñe de España en los cenáculos culturales de aquende y allende el Océano y el
Pacífico.
Se recibe con fruición, abundando en lo expuesto, la noticia de
haberse constituido hace poco la Asociación Española de Estudios de Asia
Oriental con unos objetivos similares a la ya existente Asociación Española de
Estudios del Pacífico, que sumadas una y otra a los equipos interdisciplinares universitarios
y del CSIC pueden dar un empujón desde esta parte del mapa a la historia americana
y oriental de España, Japón y China incluidas, y si hablamos de iberismo también
Brasil, Goa y las colonias africanas hasta Timor y la hispánica Filipinas.
Consecuentemente se llama la atención en la conveniencia de erradicar
o neutralizar los fastos que celebran el 12 de octubre en Nueva York ondeando
la bandera italiana, las algaradas literarias que propalan que Francia fue la
única que ayudó en el movimiento independentista de Estados Unidos, pretiriendo
la labor de zapa que hizo Manuel Torres, sobrino del virrey de Nueva Granada,
Caballero y Góngora, que Cook descubrió Hawai, olvidando que muchos años antes
un tal Villalobos hizo lo propio, con menor fortuna propagandística. Hay que
reclamar insistentemente la presencia española en Florida y California, y el
buen hacer español en estas latitudes, potenciar la misión de fray Junípero
Serra, y sus fundaciones, sin reparar en que la explotación de las minas de oro
y plata promovió el desarrollo de no pocas ciudades, y sin ocultar que el
Derecho –las Leyes de Indias- fueron eminentemente proteccionistas, que por
regla general los indios cuando no se mezclaron sobrevivieron, a diferencia de
lo que ocurrió en inmensas áreas yankees, en las que el exterminio fue la
habitual norma de conducta, como evidencia la demografía. Con otras palabras,
pero con el mismo acento lo ha escrito recientemente el académico de la
Historia, Serafín Fanjul.
Ahora que circula el aire de la red de redes, internet, y que
una nueva atmósfera con tufos de ciclón nos envuelve y “espolica”, debemos
procurar que la Leyenda Negra, aventada por el protestantismo holandés e
inglés, quede al descubierto de sus vergüenzas y venenos para que se imponga la
Leyenda Blanca, que es la de la verdad, rubricada en nuestros archivos con
millones de documentos que habrá que ir desempolvando, como en esta ocasión y
con la obra que se presenta ha pretendido.

Bienvenida sea también la Fundación Civilización Hispánica en
fase de constitución. Una nueva era se vislumbra, y desde el espartino aljarafe
o las onubenses Palos de la Frontera y Moguer, que fueron también cunas de descubridores
y de misioneros, el libro avizora el horizonte de tantos tripulantes y
aventureros a quienes con la fe como estandarte y el parco aliño indumentario
del sayal, consiguieron con sus hazañas inmortalizar el nombre de España, de
Hispania, de España y Portugal, de Portugal y España, tanto monta, monta tanto,
desde los baluartes religiosos conventuales de Loreto y de La Rábida, hacia
América y Oriente, Asia, en suma, China, Filipinas y Japón, incluidos.
Unas palabras finales para recordar
al P. Hermenegildo Zamora Jambrina, Ofm, que fue el Director del Archivo de
Loreto fallecido allí en 2014. La Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos
lo invitó repetidas veces a sus Cursos y Congresos. Sus comunicaciones fueron
siempre novedosas y originales. En la base de datos de Dialnet se encuentran
muchos de sus registros bibliográficos anotados, desde el primero de ellos, en
1998, hasta el último, de 2008. Once artículos en nuestras actas, que también
fueron suyas. Y una obra colosal titulada “La Florida”, de fray Alonso Gregorio
de Acevedo, con más de 11.000 versos y una pormenorizada Introducción. Quede su
memoria también registrada y en su homenaje en el libro que presentamos.
Como de bien nacidos es ser agradecido,
se deja para el final el colofón del reconocimiento a don Ángel Luis Schlatter
Navarro, codirector del Congreso del que emanó la idea del origen del libro que
presentamos y por cuya iniciativa y numerosísimas gestiones aquél se celebró, y
al que indudablemente hay que referir el éxito alcanzado. La figura del beato P.
Sotelo, franciscano vinculado con Espartinas, que lideró la famosa embajada
Keicho con el samurái Hasekura, y tras una dilatada estancia en aquella
localidad partió de nuevo rumbo a Japón para no regresar jamás pues fue
martirizado en 1624, ha sido estudiado de forma extensa por él y sus
investigaciones al respecto son señeras por su novedad y originalidad
biográfica.
El acto fue clausurado por el prof. Badillo O ´Farrell,
para congratularse de la detallada presentación del libro y de sus aportaciones,
totalmente en consonancia con el Grado en Estudios de Asia Oriental propiciado
por la Universidad de Sevilla en cuyas aulas muchos de los que lo cursan han
estado presentes y han asistido a su puesta de largo en aras de su difusión.
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GALERÍA DE IMÁGENES


Imagen 01.- Portada y contraportada del libro.

Imagen 02.- Centro Internacional de la Universidad de Sevilla.


Imagen 04.-
De izquierda a derecha D. José Japón Sevilla (Cónsul General Honorario de Japón en Sevilla), Ángel Luis Schlatter Navarro (Técnico de cultura del Ayuntamiento de Espartinas, Co-director del Congreso), Dª Araceli Pila Balanza (Primera Teniente del Excmo. Ayto. de Espartinas), D. Pablo Badillo O´Farrel (Decano de la Facultad de Filosofía, Universidad de Sevilla), D. Manuel Peláez del Rosal (Presidente de la Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos), D. Jesús San
Bernardino Coronil (Coordinador del Grado de Estudios de Asia Oriental, Universidad de Sevilla) y D. Salvador Rodríguez Becerra (Catedrático de Antropología, Universidad de Sevilla).